Operar sin un plan de mantenimiento preventivo es apostar a la suerte. Lubricación, ajustes de cadena y mástil, revisión de sistema hidráulico, estado de batería (en eléctricos) y filtros (en combustión) deben calendarizarse.
El correctivo llega tarde: implica repuestos urgentes, tiempos muertos y pérdida de SLA. En cambio, el preventivo permite planificar paradas, comprar repuestos con tiempo y proteger la vida útil del equipo.
Integra métricas: MTBF y MTTR, consumo energético/combustible y horas de uso por operador. Así priorizas intervenciones y detectas patrones de falla.
Un plan anual por horómetro, tipo de equipo (eléctrico, combustión, apilador) y ambiente (polvo, humedad, temperatura) impacta directo el TCO de tu flota.
¿Necesitas un plan de mantenimiento para tu operación? Hacemos diagnóstico y plan maestro por equipo.
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